Existe una creencia popular, más o menos extendida, con respecto a los medicamentos: “Lo que nos va bien para una cosa nos perjudica para otra”. Es la forma de traducir en aforismo una circunstancia real con respecto al tratamiento farmacológico, la posibilidad de que provoquen reacciones adversas. Según la OMS una RAM (“reacción adversa a medicamento”) es cualquier reacción nociva no intencionada que aparece a dosis normalmente usadas en el ser humano en sustancias utilizadas para profilaxis, diagnóstico o tratamiento, existiendo una rama específica de la farmacología que estudia las RAM que es la Farmacovigilancia.

Evidentemente este artículo no pretende sustituir ninguna consulta médica, ni mucho menos alentar la automedicación, ni por el contrario desalentar la prescripción realizada por un médico que conoce su patología y es muy consciente del cociente riesgo/beneficio de lo que le ha sido recetado.

Paso a considerar algunos de los efectos adversos que pueden producir ansiedad e insomnio, por su especial incidencia en nuestra especialidad, sobre todo cuando son prescritos en pacientes que ya sufrían previamente de algún cuadro psíquico:  

Ansiedad

A las sustancias que pueden inducir síntomas de ansiedad, especialmente en sus manifestaciones fisiológicas, se les denomina “sustancias ansiógenas”. Entre estas las más importantes son lactato sódico, dióxido de carbono, cocaína, cannabis, anfetaminas, alcohol, cafeína… que evidentemente no son medicamentos. Fármacos que si pueden provocar ansiedad:

  • Broncodilatadores

ram broncodilatadoresLos broncodilatadores son medicamentos que relajan los músculos bronquiales y, como resultado, los tubos bronquiales se ensanchan o dilatan. Estos productos se emplean en afecciones respiratorias, como el asma, bronquitis aguda o crónica y enfisema.

Existen tres grupos de fármacos broncodilatadores, entre ellos los dos primeros pueden producir síntomas de ansiedad:

  • Agonistas de los receptores beta-2 adrenérgicos, que a su vez pueden ser de acción corta o prolongada. Su uso suele ser mediante inhalación, estos incluyen nombres genéricos salbutamol (VentolinR), salmeterol (SereventR), terbutalina (TervasminR), entre otros. 
  • Teofilina. En forma de tabletas o de inyección endovenosa, siendo de acción prolongada, existen muchos compuestos de teofilina entre los que TehodurR es el más conocido.
  • Anticolinérgicos de acción corta. Se usan en pacientes con enfisema. Producen menor reacción ansiógena.
  • Bloqueantes canales del calcio

El principal uso de los BCC es el tratamiento de la angina de pecho y la hipertensión, y algunos se utilizan también en arritmias cardíacas. Se ha relacionado estos fármacos con problemas de ansiedad y también con síntomas depresivos.

  • Corticoesteroides

Los corticoesteroides representan uno de los grupos de medicamentos más utilizados para un gran número de patologías inflamatorias y autoinmunes como asma, rinitis alérgica, artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal, lupus, etc.

Los pacientes que reciben dosis elevadas de corticoides pueden presentar cuadros psicopatológicos, básicamente de tipo afectivo: hipomanía e incluso manía, aunque también se ha descrito depresión.

En dosis inferiores no suelen presentar problemas tan graves, aunque pueden provocar ansiedad y disforia.

  • Salicilatos

También relacionados con la provocación de cuadros de ansiedad, pero a mi entender son poco frecuentes en la clínica diaria.

  • Compuestos antigripales

ram antigripalesCon estos compuestos no es infrecuente que se precipiten cuadros de ansiedad e incluso insomnio (especialmente en personas predispuestas o en aquellos que ya presentaban un cuadro de ansiedad) especialmente aquellos compuestos antigripales que contienen o pseudoefedrina o fenilefrina.

  • Compuestos polivitamínicos que contienen ginseng

Muy frecuentes son también las reacciones de ansiedad que experimentan algunas personas con los compuestos ginsenósidos, que además son de prescripción libre y suelen incorporarse a muchos completos vitamínicos.

ram ginseng

El panax ginseng puede producir ansiedad e insomnio

 

  • Antidepresivos

Al inicio de un tratamiento antidepresivo, se pueden experimentar síntomas leves pero desagradables de intranquilidad interna o ansiedad, aunque se trata de un cuadro autolimitado. Normalmente, esto se controla prescribiendo un ansiolítico en las semanas iniciales.

  • Metilfenidato

Este es un producto para el “Trastorno por déficit de atención”. Aunque generalmente es bien tolerado, no está exente de reacciones adversas, que normalmente se observan al inicio del tratamiento, especialmente ansiedad e insomnio.

Insomnio

Algunos fármacos pueden empeorar el ritmo de sueño, veamos cuáles:

  • Corticoesteoides (corticoides)

Los corticoides se utilizan para tratar procesos inflamatorios, ya sea de los vasos sanguíneos, músculo-esqueléticos, enfermedades autoinmunes y reacciones alérgicas. Pero también tienen un efecto sobre las glándulas suprarrenales, responsables de los niveles de adrenalina en nuestro organismo. Al estimular dichas glándulas adrenales, los corticoides tendrían el mismo efecto que una situación de estrés, provocando inquietud e insomnio.

La solución para estos casos sería consultar a su médico si puede tomar la medicación (no siempre será posible) en toma única y a una hora temprana. Si no es factible, probablemente su médico le recetará una benzodiacepina inductora del sueño durante el período de prescripción del corticoide.

  • Fármacos antidepresivos

Curiosamente los fármacos antidepresivos que mejoran la función serotoninérgica (los llamados ISRS inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) deberían mejorar el sueño (y así sucede en la mayoría de los casos), pero en un 10-15% de las personas pueden producir insomnio, no se conoce con precisión la razón.

Uno de los antidepresivos que más puede interferir en la conciliación del sueño es el bupropion, y también alguno de los denominados duales. Los clásicos antidepresivos tipo IMAO también pueden producir insomnio, pero su prescripción es ahora limitadísima.

En caso de ocurrir, el médico que ha recetado el antidepresivo contemplará la solución idónea, que puede ser cambiar el horario de toma del producto o añadir un fármaco inductor del sueño.

  • Alfa-bloqueantes

Los fármacos bloqueantes de los receptores alfa-adrenérgicos se usan en una gran variedad de afecciones entre ellas la hipertensión, la hiperplasia benigna de próstata y la enfermedad de Raynaud. Se asocian a la disminución del sueño en fase REM (la fase del sueño en la que se sueña) y por el contrario pueden producir sedación o somnolencia diurna.Lógicamente si ello sucede es un tema de que su médico evalúe el riesgo/beneficio de dicha prescripción.

  • Beta-bloqueantes

Estos fármacos son bloqueadores de los receptores beta-adrenérgicos indicados para tratar la hipertensión y las arritmias cardíacas. También se emplean en el tratamiento del angor, de las migrañas y de los temblores.

Se han asociado a trastornos del sueño como despertares nocturnos y pesadillas, y se cree que es debido a una inhibición de la secreción nocturna de melatonina, aunque no está totalmente demostrado. Algún estudio ha sugerido añadir una dosis pequeña de melatonina a aquellas personas en tratamiento con beta-bloqueantes que les produzcan insomnio de fragmentación.

  • Metilfenidato/Atomoxetina

Ambos son fármacos que se administran para el  “Trastorno por déficit de Atención”. En ambos –especialmente el metilfenidato- se ha descrito insomnio como efecto adverso, por lo que no se recomienda su administración más tarde de las 16 horas.

Por todo ello un consejo: evite la automedicación y especialmente si está tomando algún otro tratamiento. Aunque le parezcan inocuos, algunos medicamentos y sus interacciones pueden producirle graves molestias y dañar su salud. 

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