El delirium (no confundir con delirio) que también se llama síndrome confusional agudo, es un cuadro aparatoso que se produce en el transcurso de numerosas patologías que afectan al medio interno del sistema nervioso central. Es más frecuente que se produzca en ancianas (a partir de los 75-80 años) en persona hospitalizadas.

El delirium se manifiesta como un estado de gran somnolencia y letargia, si bien los síntomas más prominentes están en relación a alteraciones de la función cerebral, que inducen un rápido deterioro cognitivo:

  • Desorientación témporo-espacial.
  • Alucinaciones, especialmente visuales.
  • Estado de agitación.
  • Pensamiento desorganizado.
  • Alteraciones del sueño.
  • Problemas de atención.

Los síntomas aparecen bruscamente y fluctúan a lo largo del día, siendo de mayor intensidad durante la noche.

Como he mencionado es muy frecuente que se produzca durante un ingreso hospitalario de una persona anciana, sobre la que existen múltiples factores de riesgo:

  • Envejecimiento cerebral.
  • Presencia de demencia o deterioro cognitivo.
  • Presencia de cuadros depresivos.
  • Dependencia funcional por falta de movilidad.
  • Fiebre por infecciones (especialmente respiratorias y urinarias, que cursan con leucocitosis).
  • Enfermedades neurológicas.
  • Insuficiencia hepática y renal, que producen una alteración del medio interno.
  • Enfermedades endocrinas, como la diabetes, que también producen alteraciones metabólicas.
  • La presencia de algunos fármacos, especialmente si tienen efecto sedante o anticolinérgico.
  • Deshidratación.
  • Cirugía previa.
  • Cuadros de dolor y la necesidad de analgesia.

El cuadro de delirium puede prolongarse durante varios días o incluso semanas, y en casos extremos puede no desaparecer, y está considerado un factor de riesgo y de mal pronóstico para sufrir una demencia, especialmente en aquellos casos en que hubiera un deterioro cognitivo incipiente.

Pues bien, la infección por SARS-Co-V-2, que provoca cuadros de neumonía bilateral y disminución de la oxigenación es terreno abonado para la presentación de cuadros confusionales en pacientes mayores, y así lo publica un reciente estudio en The Lancet que describe que en un estudio de más de dos mil pacientes que presentaban insuficiencia respiratoria por la infección por COVID, casi el 55% desarrolló un delirium.

  1. Al presentar este cuadro confusional agudo, los autores señalan que la COVID-19 se relaciona con un riesgo elevadísimo de demencia asociada a la UCI y síndrome de post-cuidados intensivos.
  2. Como factor de protección para estos pacientes se recomendaban las visitas familiares, que disminuían drásticamente la presentación del cuadro confusional.

Aunque se trate de un estudio único y de tipo observacional, es interesante el énfasis en la reducción del riesgo observado con la interacción familiar, incluso cuando esta interacción era virtual.

(No recuerdo que gerente de que hospital proponía quitar el móvil a los pacientes… o mejor dicho, prefiero no acordarme de tamaña insensatez).

Recordemos que además de la gravedad de esta enfermedad, tiene la crueldad sobreañadida de tener que estar hospitalizado solo, sin visitas y en aislamiento.