El verde Mayo



Aunque ya estamos en mayo muy entrado, al hablar de la astenia primaveral, he recordado estos versos que primero conocí a través de Serrat:

Romancillo de mayo


Por fin trajo el verde Mayo
correhuelas y albahacas
a la entrada de la aldea
y al umbral de las ventanas.

Al verlo venir se han puesto
cintas de amor las guitarras,
celos de amor las clavijas,
las cuerdas lazos de rabia,
y relinchan impacientes
por salir de serenata.

En los templados establos
donde el amor huele a paja,
a honrado estiércol y a leche,
hay un estruendo de vacas
que se enamoran a solas
y a solas rumian y braman.

La cabra cambia de pelo,
cambia la oveja de lana,
cambia de color el lobo
y de raíces la grama.

Son otras las intenciones
y son otras las palabras
en la frente y en la lengua
de la juventud temprana.

Van los asnos suspirando
reciamente por las asnas.
Con luna y aves, las noches
son vidrio de puro claras;
las tardes, de puro verdes,
de puro azul, esmeraldas;
plata pura, las auroras
parecen de puro blancas
y las mañanas son miel
de puro y puro doradas.

Campea Mayo amoroso;
que el amor ronda majadas,
ronda establos y pastores,
ronda puertas, ronda camas,
ronda mozas en el baile
y en aire ronda faldas…


 (Miguel Hernández 1936)

Con luna y aves,  las noches
son vidrio de puro claras, 

las tardes, de puro verdes,

de puro azul, esmeraldas;

plata pura, las auroras


parecen de puro blancas


y las mañanas son miel
de puro y puro doradas. 



Miguel, escribiendo en Orihuela
Miguel Hernández Gilabert (1910-1942) fue un poeta español, que los eruditos adscriben tanto a la Generación del 27 como a la Generación del 36.
Nació en Orihuela en 1910, siendo el segundo hijo de una extensa familia con siete hijos, dedicados a la cría de ganado caprino, por lo que desde niño el joven Miguel hacía de pastor.  No obstante, tuvo una escolarización normal hasta los 15 años. En ese momento si que hubo de abandonar sus estudios por las necesidades familiares, pastoreo y reparto de leche. Sin embargo, no abandonó su pasión siendo su formación posterior autodidacta.
En 1930 comienza a publicar poemas en publicaciones locales. Su poesía está muy influida por los grandes autores españoles del “Siglo de Oro”: Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y especialmente, como al resto de la Generación del 27, Luis de Góngora. Esta influencia se aprecia en su primer libro “Perito en lunas” de 1933.
Hernández, comunista desde los 26 años, se alista en el bando republicano al estallar la Guerra Civil española, donde combatió en varios frentes.  En 1937, en un breve permiso se casa con Josefina Manresa. En 1938, nace su primer hijo, que fallece a los pocos meses, y en 1939, su segundo hijo Manuel Miguel.
Concluida la guerra en abril de 1939, regresa a Orihuela pero ante el riesgo de una detención huyó a Portugal cruzando la frontera por Huelva. Sin embargo, la policía portuguesa lo entregó a la Guardia Civil. Es trasladado desde la cárcel sevillana a Madrid, donde gracias a las gestiones de Pablo Neruda frente a un prelado es puesto en libertad en septiembre de 1939.
Pero, tras regresar a su pueblo de nuevo es delatado y hecho preso. Fue juzgado en Madrid y condenado a muerte en marzo de 1940. Gracias a la intercesión de varios intelectuales y también del que sería obispo de León, amigo de juventud en Orihuela, se le conmuta la pena por la de treinta años de cárcel. Pasa por varias prisiones en Palencia, Ocaña y Alicante. No cumplirá su condena, ya que en 1941 enfermó gravemente de bronquitis, tifus y tuberculosis. Falleció el 28 de marzo de 1941 con tan solo treinta y un años.
En 1972, Joan Manuel Serrat publica un álbum (LP) bajo el título “Miguel Hernández”, poniendo música a algunos de sus poemas. A través de esta disco muchas personas de mi generación conocieron sus versos.
Carátula del disco de J.M. Serrat, dedicado a Miguel Hernández

Ramón Sijé, fallecido en 1935 a los 22 años.
Malogrado escritor cuyo verdadero nombre
era José Ramón Marín Gutierrez
Destaco algunos versos de su poema “Elegía” escrito en memoria de su amigo de infancia Ramón Sijé, que falleció en 1935. Se trata de una de las joyas de la poesía clásica española, que provocó el entusiasmo de Juan Ramón Jiménez. 

ELEGÍA
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
(Miguel Hernández, 1935)




En este texto, Miguel Hernández despliega toda su sabiduría poética, con una combinación y dosificación de técnicas cultas, imágenes oníricas y rasgos de lírica tradicional. La estructura formal y la retórica no impide mostrar la autenticidad y sinceridad del lamento, reflejando toda la emoción por su duelo.  



Que poderosa arma es la poesía, que nos transmite tanto la alegría de una radiante primavera como el dolor por la más definitiva de las ausencias, o el amor de un padre preso hacia su hijo. 

Miguel Hernández escribió sus «Nanas de la cebolla» en 1937, encontrándose preso en Madrid. Su mujer Josefina le había escrito que apenas contaba con pan y cebolla para alimentarse y así amamantar al hijo de ambos Manuel Miguel.  







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