Un placebo es una sustancia farmacológicamente inerte que se utiliza como control en un ensayo clínico.  El placebo es capaz de provocar un efecto positivo a ciertos individuos enfermos, si estos no saben que están recibiendo una sustancia inerte (ej. agua, azúcar) y que creen que es un medicamento. 

 

Un ensayo clínico es una evaluación experimental, ya sea de un producto, sustancia, medicamento, técnica diagnóstica o terapéutica que -en su aplicación a seres humanos- pretende valorar su eficacia y seguridad. Existen diferentes tipos de ensayos clínicos en función de 

  • Desarrollo clínico: Fase I, II, III, IV
  • Aspectos de la intervención
  • Objetivo:
    • Equivalencia terapéutica
    • Búsqueda de dosis
    • Dosis-respuesta
    • Concentración-respuesta
    • Bio-equivalencia
    • Bio-disponibilidad
    • Estudio piloto
  • Enmascaramiento:
    • Simple-ciego
    • Doble-ciego
    • Triple-ciego
  • Exposición:
    • Paralelo
    • Cruzado
  • Control:
    • Controlado
    • No controlado
  • Aletorización: Si o No.

 

La palabra placebo proviene del latín (complacere) y esta idea de efecto placebo como resultado terapéutico derivado de un tratamiento inerte ya fue discutida por la psicología del siglo XVIII, pero tomó mayor importancia en el siglo XX. Un estudio científico muy influyente publicado en 1955 por Henry K. Beecher “The Powerful of placebo” estableció firmemente la idea de que los placebos tenían importancia clínica y eran el resultado del papel del cerebro en la salud física.

El placebo puede ser una pastilla o cualquier administración por vía oral, como un jarabe o gotas, pero también un procedimiento médico (simulado) o incluso un tratamiento psicoterapéutico cuyo resultado se debe al mero hecho de que la persona crea que se le está administrando.

La eficacia del placebo se ha relacionado con diversos factores, como la forma de administrarlo (se decía que más intensa si se trataba de una vía intramuscular), el procedimiento de aplicación (por ejemplo, después de escuchar durante un largo tiempo a un paciente) o incluso el precio de un producto que pudiera hacer más creíble su eficacia terapéutica.Sin embargo, el poder de la sugestión es lo que se consideraba como explicativo de su éxito.

Sin embargo, parece que existen explicaciones neurobiológicas del mismo, y así lo explican los diferentes grupos de neurocientíficos que estudian este fenómeno. Asimismo, parece que, en palabras del Dr. Benedetti, uno de los más prestigiosos investigadores en este campo:

“No hay un solo efecto placebo,  sino varios”.  

En el estudio de dicho efecto, cobra mucha importancia el tipo de diseño experimental que se realiza, para controlar al máximo las variables. A continuación detallo las principales conclusiones a las que –por ahora- han llegado los investigadores.

  • Los efectos de placebo son efectos del contexto que rodea el tratamiento médico. Pueden tener impacto significativamente grande en los resultados clínicos, fisiológicos y cerebrales.
  • Los efectos de los tratamientos con placebo son consistentes en los estudios de diferentes laboratorios, según los resultados obtenidos mediante neuroimagen de la analgesia inducida por placebo.  Estos efectos incluyen una reducción de la actividad en las áreas del cerebro asociadas al dolor y la emoción negativa y una mayor actividad en la corteza prefrontal lateral y medial, estructuras como el estriado ventral y el tronco encefálico.
  • Los efectos de placebo en el dolor, en la enfermedad de Parkinson y en la depresión se activan mediante la participación de sistemas motivacionales prefrontales-subcorticales comunes, pero la similitud entre dominios en la forma en que estos sistemas están involucrados no ha sido probada directamente.
  • Es probable que los efectos de placebo más intensos requieran de una amalgama de creencia conceptual en la sustancia placebo y experiencias previas de beneficio del tratamiento, que involucran procesos de aprendizaje cerebral.
  • Asimismo, estas respuestas prefrontales a su vez activarían respuestas del sistema autónomo, sistema neuroendocrino y sistema inmune, incluso modificando las respuestas de la inflamación.
  • En algunos casos, los efectos del placebo se refuerzan a sí mismos, lo que sugiere que cambian los síntomas de una manera que impide la extinción del beneficio. Quedan todavía por descubrir los mecanismos que impulsan estos efectos, ya que los ingredientes críticos para producir el efecto placebo pueden  diferir sustancialmente dependiendo de si los resultados son síntomas, comportamientos o cambios en la fisiología.

En definitiva, una mejor comprensión de la neurociencia del placebo podría generar grandes beneficios tanto para la neurociencia como para la salud humana.

El efecto nocebo

La palabra nocebo (que desde el latín significaría «voy a dañar) fue acuñada por Walter Kennedy en 1961 como contrapartida al uso del término placebo. Se refiere a una respuesta centrada en el sujeto, más que en la sustancia. En el sentido mas estricto la respuesta nocebo se daría cuando en un sujeto control de un ensayo clínico (a aquella persona que se le administra un tratamiento inerte o placebo) le causan molestias o un empeoramiento…  por lo que dicho empeoramiento es producido por algún factor subjetivo. 

Dado que esta generación de síntomas implica un complejo de actividades «internas» del sujeto, solo podemos hablar de «respuestas nocebo» centradas en el sujeto.