LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

Si aceptamos que la personalidad es un concepto que resume la idiosincrasia funcional de cada individuo, no dudaremos de que pueden existir personalidades patológicas, o cuyo funcionamiento tienda a no se adaptativo.

En Psiquiatría se habla de trastornos de la personalidad al margen de la teorización psicológica, para explicar comportamientos contrarios a la lógica, a las leyes del refuerzo y de la homeostasis. Para el psiquiatra, esta forma de operar no es difícil ya que es idéntica a la que se efectúa en un diagnóstico médico, que en cierto modo es una construcción hipotética para describir la enfermedad.

Es decir, no hay apenas diferencia metodológica entre diagnosticar un trastorno y un modo de ser, puesto que en la clínica, la enfermedad se define como una serie de signos y síntomas que aparecen juntos, y la personalidad, como un conjunto de características que parecen relacionadas entre sí (“cluster traits”).

Obviamente, el estudio clínico adecuado de la personalidad exige una evaluación longitudinal (es decir, observación del paciente a lo largo del tiempo, asistir a parte del “video” de su vida) no una observación puntual (que sería como intentar saber de qué va el argumento de una película si vemos un solo fotograma).

El principal manual diagnóstico de la psiquiatría (DSM-5, publicado en mayo de 2013)  agrupa los trastornos de personalidad en tres grandes tipos de características genéricas, incluyendo un total de diez diagnósticos, además de una categoría de “Otros” para aquellos que no cuadran en las anteriores. Cabe decir, que me parece un propósito casi temerario hacer encuadrar en solo diez apartados los múltiples patrones de experiencia interna y de comportamiento que dan lugar a malestar y deterioro.

Veamos que se exige para diagnosticar de “Trastorno general de la personalidad”:

  1. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Debe haber alteración en dos o más de las siguientes áreas:
    1. Cognición o forma de percibir, interpretarse a uno mismo, a otras personas y a los acontecimientos.
    2. Afectividad (rango, intensidad, labilidad y la adecuación de la respuesta emocional).
    3. Funcionamiento interpersonal.
    4. Control de los impulsos
  2. El patrón es persistente e inflexible. (Obviamente para poder diagnosticar es importante una evaluación longitudinal del sujeto, amén de tener otras fuentes de información).
  3. Dicho patrón provoca malestar clínicamente significativo y deterioro en su adaptación al medio.
  4. Dicho patrón es estable y de larga duración, remontándose su inicio al menos a la adolescencia o edad adulta temprana.
  5. Dicho patrón no se explica mejor como consecuencia o manifestación de otro trastorno mental.
  6. Asimismo, dicho patrón no es atribuible a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica.

Los cuatro grupos de “Trastornos de Personalidad” en que se subclasifican son:

Aquellos síndromes que padecen las personas que se caracterizan por su incapacidad para establecer y mantener relaciones interpersonales debido a su acusada introversión, a falta de sintonía y calidez y a una llamativa dificultad para aprender las habilidades sociales más elementales. Aquí se encuentran:

Trastorno paranoide de la personalidad
Trastorno esquizoide de la personalidad
Trastorno esquizotípico

Incluye los diagnósticos atribuibles a personas caracterizadas por su labilidad afectiva y por su peculiar emotividad que va acompañada de conductas descontroladas o socialmente inconvenientes.

Trastorno antisocial de la personalidad
Trastorno límite
Trastorno histriónico de la personalidad
Trastorno narcisista de la personalidad

Este grupo se caracteriza por un miedo patológico que acaba determinando la biografía. Se trata de personas extraordinariamente sensibles a las señales de castigo, que responden con intensas reacciones emocionales que les interfieren en los aprendizajes y desorganizan la conducta.

Trastorno de personalidad por evitación
Trastorno de la personalidad por dependencia
Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
(De este grupo ha “desaparecido” el antes llamado Trastorno de personalidad pasivo-agresiva).

Cambio de personalidad debido a otra afección médica
Otro trastorno de la personalidad especificado
Otro trastorno de la personalidad no especificado.