Si un paciente con Trastorno Bipolar recibe sales de litio como tratamiento, se determina la concentración del mismo (litemia) ya que la dosis que precisa cada persona es diferente, y dependerá de factores como la edad, el sexo, la masa muscular o el volumen de distribución, el funcionamiento renal, la sudoración entre otros.
Con la determinación de la litemia se controlan los valores del ion litio en sangre, lo que permite ajustar la dosis personalizándola; los niveles excesivamente bajos no son eficaces mientras que los niveles muy altos pueden resultar tóxicos.