Sería difícil enumerarlas todas, pero nosotros distinguimos diferentes fuentes: causas individuales, del grupo, de la organización, del ambiente físico del trabajo y por último circunstancias ajenas a la organización.
Destacaremos entre las causas individuales: los conflictos por el desempeño del rol (ya sea porque las expectativas y las demandas de trabajo sean incompatibles entre sí) o bien por la ambigüedad del rol (al no contener las expectativas y demandas información suficiente).