En función del tipo de trastorno de ansiedad que se padezca puede precisar un tratamiento farmacológico con ansiolíticos (benzodiacepinas) o con algún antidepresivo.
Si se administran correctamente no hay ningún riesgo de adicción. Por otra parte, la tendencia habitual de consumo de los pacientes que sufren ansiedad es la de disminuir las dosis de tratamiento, no aumentarlas.