Se define como autolesión a la destrucción deliberada, autoinfligida de los tejidos el cuerpo realizada sin intencionalidad suicida.

Se diferencia de las conductas suicidas en que la persona que las lleva a cabo no desea poner fin a su vida, es decir, el objetivo de la conducta es claramente diferente. Aunque parezca una extrañeza, no se trata de un comportamiento infrecuente, veamos alguna estadística:

  • Casi el 10 de los ingresos hospitalarios se deben a autolesiones.
  • Ya he mencionado que son mucho más frecuentes de lo que pensamos, se producen en el 4% de la población general… porcentaje que se eleva extraordinariamente si consideramos la población adolescente, cuya incidencia alcanza entre el 14 y e 15%, lo que vendría a darnos la escalofriante cifra de uno de cada siete adolescentes en algún momento de su vida se ha autolesionado.
  • Las cifras son mucho más altas si consideramos población psiquiátrica.

Los especialistas que han estudiado esta conducta, que se incrementa de forma exponencial en las últimas tres décadas han estudiado la “función” de dichas autolesiones y los modelos que las explican son variados:

  • Regulación emocional: Individuos que son vulnerables a la inestabilidad emocional y al no poseer estrategias adaptativas frente al estrés podrían usar la autolesión para aliviar sentimientos negativos agudos.
  • Conducta anti-disociativa: La autolesión se podría dar en episodios de despersonalización, disociación o desrealización.
  • Conducta anti-suicida: En este caso la autolesión tendría como objetivo reemplazar el impulso suicida.
  • Límite interpersonal: Con la autolesión el individuo afirma su autonomía.
  • Autocastigo: La persona que se autolesiona podría haberse criado en ambientes en los que los castigos y la violencia física se utilizaban como métodos de control.
  • Influencia interpersonal: Una forma extrema para influir sobre las decisiones, afectos y conductas de personas del entorno, tanto para pedir ayuda, eludir el abandono o solicitar una valoración.
  • Búsqueda de sensaciones: Las sensaciones al límite, novedosas y aunque dolorosas que puedan generar emociones excitantes e intensas.

No obstante, todas estas “funciones” como ya he mencionado no dejan de ser modelos teóricos elaborados por los estudiosos de esta preocupante conducta.

Autolesión

Factores asociados a las autolesiones:

Cuidado, estamos hablando de aspectos estadísticos. Ninguno de estos factores predice por si solo la aparición de la conducta:

  • Ser mujer
  • Tener entre 14 y 25 años.
  • Sufrir alguna dependencia a sustancias, especialmente alcohol por el efecto deshinibidor de la conducta.
  • Sufrir o haber sufrido bullying o abuso sexual.
  • Problemas en el seno familiar, como podría ser violencia doméstica.
  • Sufrir algún trastorno psíquico como ansiedad, depresión y especialmente alguno de los trastornos de personalidad (como el trastorno límite de la personalidad).
  • Factores psicológicos del sujeto: baja autoestima, pobre imagen corporal o distorsión de la imagen corporal, sufrir o haber padecido sentimiento de rechazo, diferencias culturales o raciones, mala adaptación al entorno.

 

El efecto de contagio por internet:

Las redes sociales han amplificado el fenómeno, ya que facilitan de forma rápida y en privado la importación para realizar estas prácticas. Por ejemplo, basta escribir en Google las palabras “self injury” o “self harm” para que aparezcan cientos de millones de páginas. En los primeros lugares están aquellas páginas “preventivas”, pero no todas lo son… al contrario.

Mitos acerca de las autolesiones:

  1. Si no es una herida grave, el problema no es tan grave.

No puede juzgarse la severidad del problema emocional por la gravedad de la lesión, de la misma forma que conductas suicidas de aparente baja letalidad tienen tras de sí un gravísimo problema emocional.

  1. La autolesión siempre es una tentativa de suicidio fallida.

Habitualmente las motivaciones que subyacen en la autolesión son diferentes a las del suicidio, sino que la autolesión suele utilizarse para “manejar” el estrés y los sentimientos negativos, e incluso se lleva a cabo para evitar el suicidio. Sin embargo, es una conducta de gran riesgo, y también se ha visto que si se repite puede llevar al sujeto a una gran desesperanza y a lo largo de los años el riesgo de suicidio aumenta.

  1. Aquellos que se autolesionan disfrutan con el dolor o apenas lo sienten.

Tampoco. La lesión duele. Y en ocasiones se utiliza el dolor para reconectarse con su propio cuerpo o lo que es más penoso, para sentir algo. No hay evidencia de que las personas que realizan autolesiones no puedan sentir el dolor.

  1. Los que se autolesionan representan un peligro para los demás.

En absoluto, la autolesión suele ser una actividad privada. El daño se canaliza hacia la propia persona y solo ella.

  1. La autolesión es solo para llamar la atención y manipular a otros.

Algunas personas s que reconocen haber iniciado la práctica como un medio para llamar la atención, entendiéndola como una forma de pedir ayuda. Pero no, ya que la mayoría de estas personas llega a extremos para ocultar sus cortes, cicatrices o quemaduras. Aunque no sea abiertamente una búsqueda de atención, la autolesión oculta es igualmente un síntoma de angustia subyacente y merece la atención de otros que estén en condiciones de ayudar.

  1. Solo los adolescentes se autolesionan. Solo las mujeres se autolesionan. Todas las personas que se autolesionan han sido abusadas.

Ninguna de estas tres aseveraciones es totalmente cierta en su totalidad, aunque porcentualmente estas poblaciones estén en mayor riesgo. Pero las razones para autolesionarse son variadas y únicas en cada individuo.

El 1 de marzo es el Día Mundial para la concienciación del problema de las autolesiones… y como todo tiene un lazo, para este problema se eligió el lazo naranja.

autolesión lacito naranja

El problema se ha generalizado tanto (recordemos las cifras en adolescentes… uno de cada siete) que hay multitud de películas, series o libros que tratan del tema. Me vienen a la memoria:

  • Gritos y susurros (1972), película de Ingmar Bergman. El universo personal de este autor que afronta muchos temas en este extraño film, entre ellos la fe, la psicología femenina y el significado del sentimiento. Innovadora e incomprensible en su momento y estreno en España.
  • Una vacante imprevista, novela d J.K. Rowling, la archifamosa autora de Harry Potter. En esta novela el personaje de Sukhvinder, la hija adolescente y poco agraciada de la existosa doctora Jawanda se autolesiona por un problema de baja autoestima.
  • The Affair, se trata de una serie de televisión. Uno de sus personajes principales, Alison, también se autolesiona, en este caso para “soportar” el dolor de una pérdida irreparable en su vida.

autolesiones alison