Resulta que la palabra adicción procede de la Antigua Roma


Una adicción es una enfermedad física y emocional. Así la define la Organización Mundial de la Salud (OMS).  Se trata de una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o situación debido a la satisfacción que ésta causa a la persona.
El sentido etimológico de la palabra es muy interesante e ilustrador. Adicción proviene del latín addictìo, que era como se denominaba a la persona que era deudor de algo y que por falta de pago era entregado como esclavo a su acreedor.
 

Esclavos sirviendo vino.
Mosaico romano de Dougga (Túnez)


Recientemente cobran relevancia en psicología y psicopatología las “adicciones comportamentales” o “adicciones sin tóxico”. (Aunque ello no quiere decir que las adiciones a tóxicos hayan disminuido).
Estas adicciones sin tóxico, a diferencia de los simples hábitos, modas o influencias consumistas, son dependencias que traen consigo graves consecuencias al adicto.
Cuando el ordenador nos controla

Entre los nuevos peligros conductuales, la utilización del ordenador o de dispositivos de conexión a internet con el fin de estar visitando las llamadas “redes sociales” puede llegar a constituir una adicción, en la medida que dicha “conectividad” puede tener un impacto funcional en la vida personal del usuario. Algunos de los síntomas de alarma pueden ser:
·               La disminución de las horas de sueño por estar conectado a la red.
·               El tiempo de conexión anormalmente alto, incluso durante espacios de tiempo fuera del ocio, es decir en horario laboral u horario de estudio.
·               El descuido de otras actividades en el tiempo de ocio, como las relaciones con amigos y familiares, y otras actividades: deporte, lectura, etc.
·             Disminuir (o anular) horas de estudio, especialmente en adolescentes.  
·               Abandonar el cuidado de la salud, realizar las comidas “a pie de ordenador”.
·               Discusiones con los familiares (esto es habitual en el caso de jóvenes) por el tiempo que se pasa conectado.
·               Irritabilidad cuando no se dispone de conexión a internet o bien esta no es suficientemente rápida.














                            Algunos síntomas de adicción a internet




¿Y no es mejor hablar con esta chica tan guapa?



El tiempo frente a internet

Curiosamente, las “redes sociales” tienen como objetivo las relaciones interpersonales. Pero que tipo de relación mantenemos a través de éstas. ¿Y porque son tan “seductoras”?
1.    Nos dan la sensación de que podemos abarcar y conocer todo lo que queremos. Vemos que ha escrito nuestros amigos en su Facebook, las fotos de sus vacaciones, nos pasan historias divertidas, consignas de pensamiento positivo, frases de personas célebres con más consignas positivas, chistes escritos, chistes visuales, memes, fenómenos virales, y frases de cualquiera (famoso o desconocido) que se etiquetan como hastags y se convierten en trending topic.
(Debo reconocer que todo lo que he escrito en cursiva, no se bien que es).
Pero en realidad es una FALSA SENSACIÓN. A diferencia de nuestros ordenadores, tablets o smartphones o la nube, que lo almacena todo, nuestra memoria tiene una capacidad limitada, al igual que nuestra atención, especialmente si leemos o echamos una ojeada a decenas de cosas. ¿Cuántas de éstas recordaremos, al cabo

de una semana, de un mes?


Nuevas costumbres
2.    Las redes sociales nos distraen y entretienen. Claro, esto en principio no es malo, la distracción y el entretenimiento son cosas positivas.
Pero, el tiempo que pasamos es estar conectados, hacer comentarios, subir fotos, marcar “me gusta”, comentar las fotos de otra persona, hace que nos relacionemos menos con las personas que nos circundan y sobre todo DEDICAR MENOS TIEMPO A LA REFLEXIÓN.
Cuantas veces hemos observado que en una reunión de amigos, en una cena o celebración, las personas que participan están respondiendo whatsupps, enviando tweets y demás a través de su teléfono.
a.   A propósito de la reflexión, quiero hacer un comentario especial para esa red que se llama Twitter, en la que ahora todos podemos opinar en formato corto, tener seguidores, y también retweetear (vaya palabreja que creo que en realidad quiere decir “repetir lo que ha dicho otro” a través del Twitter. Y quiero ilustrarlo con tres ejemplos:
·             Realmente ¿es tan importante que un jugador de futbol diga?:
                          “Hoy gran partido. Today, great match”
·              Hace unos meses falleció Adolfo Suárez. Cual sería mi perplejidad cuando oí en un canal de noticias de televisión que el actual presidente del gobierno de España (y otras personalidades) había expresado su pesar a través de su cuenta de Twitter. Sinceramente, ¿hay que lanzar un tweeta los cuatro vientos o a la red? Creo que las condolencias y el respeto se expresan a la familia, en persona, por carta, acudiendo al funeral, o incluso a través de un mensaje… pero directamente a los afectados, y a nivel privado.  
·                Y por último, y volviendo a la política, ¿por qué los políticos o gente relevante hacen comentarios tan inadecuados e impulsivos a través de este medio? Además, creo que todos sabemos que las personas importantes tienen sus propios empleados que manejan la información a las redes; o sea, que ni siquiera son espontáneos, aunque en muchas ocasiones son tremendamente irreflexivos.
 

Sin más palabras

3.    Estamos conectados o sea no estamos solos. Quizá nuestro tiempo conlleve miedo a la soledad, miedo a no sentirnos identificados con otros, a que nos quieran. Realmente, los seres humanos, en nuestra condiciones de primates somos animales gregarios. De hecho es importante la imagen que otras personas tienen de nosotros mismos y esta imagen proyectada forma parte en gran medida de nuestra propia autoimagen.
Sin embargo, estar conectado no implica no ESTAR SOLO. Si nuestras relaciones se restringen cada vez más a las redes sociales, y sabiendo que en estas solo mostramos nuestra faceta más positiva ¿qué crecimiento personal experimentamos? Podemos tener muchos “amigos” o “seguidores” a los que decimos cosas intrascendentes en una especie de larga conversación adolescente.
 

«Amigos» a través de las redes sociales

Resumiendo: 

Para no estar solo hay que aprender de la soledad  
Como conclusión, quiero hacer mi propia autocrítica ya que estoy escribiendo esto a través de una red social. En mi descargo reconozco que en los tiempos que vivimos, tecnología y comunicación ocupan un lugar prominente en nuestras vidas. Ya sea por trabajo o por mantenernos en contacto con personas alejadas son una herramienta útil, pero como toda herramienta hay que manejarla bien. 

¿Solaria?



EL SOL DESNUDO 
Portada de la publicación de 1957
En 1957 el autor de ciencia ficción Isaac Asimov publicó una novela bajo el título “El sol desnudo”. El autor sitúa la acción en el planeta imaginario Solaria. Veamos el tipo de lugar que describe:
Solariafue inicialmente un sitio de recreo y descanso para las personas más ricas del planeta Nexon. Los habitantes de Solaria, limitados a un máximo de veinte mil, encomendaron prácticamente todas las tareas a eficientes robots y máquinas, de cuya patente y fabricación tienen la exclusiva. La evolución cultural de los solarianos les llevó a vivir solos y aislados en sus enormes propiedades y se comunican con otros seres humanos casi exclusivamente por medios electrónicos (audio, vídeo e imágenes tridimensionales) ya que tienen pavor al contacto directo entre personas.

¿A qué nos suena?[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]